Sin embargo, tan diferentes como eran, ambos padres consideraban las mismas cosas acerca de los niños. Ambos creían que todos los niños nacen inteligentes y ricos. Ambos creían que un niño aprende a ser pobre y aprende a creer que él es menos inteligente que otros niños. Ambos padres fueron grandes maestros porque tenían fe en sacar a la luz el talento con que nace cada niño. En otras palabras, ellos no creían en introducir conocimiento en el niño, sino en sacar a la luz su talento.